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La mitigación del cambio climático a través de buenas prácticas agrícolas

En el marco del “Día de la Conservación del Suelo”, este 7 de julio, les contamos cómo la innovación es la clave para promover la producción sustentable en el Gran Chaco.

Implementar un proyecto para mejorar la conservación y la restauración de la vegetación nativa en fincas de soja en el Gran Chaco, que contribuya a la mitigación del cambio climático y la valorización del bosque en pie, es un desafío que sólo es posible a través de una visión no convencional acerca de la temática, experiencia en el territorio y sinergia entre organizaciones de la sociedad civil y productores locales.

Es así como surge el proyecto “De la teoría a la práctica: Buenas prácticas agrícolas y captura de carbono para mejorar la conservación y la restauración del Gran Chaco”, el cual busca abarcar más de 50.000 hectáreas en cinco fincas piloto de soja en Argentina y Paraguay. El proyecto lo lleva adelante la Fundación ProYungas, en alianza con la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (AAPRESID) y la Fundación Moisés Bertoni (Paraguay), y cuenta con el apoyo financiero de Land Innovation Fund.

Entre los diversos aspectos innovadores del proyecto se destaca la conjugación de dos formas exitosas de trabajo con productores, que cuentan cada una con más de 10 años de implementación: los “Paisajes Productivos Protegidos”, modelo de gestión de territorio impulsado por ProYungas, programa que también es coordinado por Moisés Bertoni en Paraguay; y el Programa “Sistema Chacras” de AAPRESID.

Asimismo, el proyecto parte de un concepto innovador que busca posicionar al sector productivo como fijador de carbono, demostrando que, con un enfoque a escala de paisaje que incorpore la conservación y restauración de espacios remanentes de bosque nativo en la toma de decisiones del negocio agropecuario, como así también a través de la implementación de buenas prácticas agrícolas, es posible producir con impacto positivo en términos de fijación de carbono y reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Otro aspecto novedoso se vincula al acceso al mercado. El desarrollo de certificaciones locales permitirá abaratar costos, además de demostrar el valor agregado ambiental de los proyectos (biodiversidad, ciclo del agua), lo cual permitirá satisfacer una demanda creciente de proyectos que van “más allá del carbono”.

Por otro lado, se desarrollará una plataforma tecnológica que permitirá dar transparencia al proceso de cuantificación y venta de carbono, además de apoyar otros procesos de toma de decisiones. Por ejemplo, permitiendo entender dónde es más estratégico invertir en proyectos de carbono por existencia de oportunidades, biodiversidad clave o importancia en el manejo de cuencas hidrológicas y el potencial de escalabilidad de la acción.

Como valor agregado del proyecto podemos mencionar la promoción de los efectos positivos y la mitigación de los impactos negativos de las prácticas agrícolas sobre la biodiversidad en las áreas de estudio identificados, todas ubicadas en áreas de alta sensibilidad ambiental como es el Gran Chaco. A este fin se llevará a cabo un programa de monitoreo de la biodiversidad que pueda mostrar el efecto de estas prácticas agrícolas sobre las poblaciones silvestres presentes y tomar decisiones para beneficiarlas.

Por ProYungas - 7 / 07 / 2022