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PAISAJE PRODUCTIVO PROTEGIDO: “lo esencial es invisible a los ojos”

Alejandro D. Brown, Presidente Fundación ProYungas

El verdadero valor de las cosas no siempre es evidente, así lo quiso manifestar con esta célebre frase el escritor francés Antoine de Saint Exupéry en “El Principito (1943)”.

De alguna manera el vínculo entre la producción y el ambiente es tan profundo y prolongado en el tiempo, que la real importancia de este vínculo pasa desapercibida la mayor parte del tiempo. Y sin embargo en esta relación está en gran medida el éxito o fracaso de la humanidad.

Durante gran parte de nuestra existencia, los humanos estuvimos regulados de manera implacable por nuestra relación con la naturaleza. Ella establecía sus leyes y no teníamos margen para apartarnos de las mismas. Esta dependencia cotidiana nos llevó en parte, a separar porciones de territorios donde pudiéramos controlar algunas variables que nos aseguren la provisión de bienes y servicios, no ya directamente ofertados por la naturaleza, sino como producto del esfuerzo y control humanos. Y así surgió la agricultura y la ganadería. Alimentos, fibras, transporte, energía, asegurados por nosotros mismos. Posteriormente visualizamos la importancia de resguardar espacios de naturaleza para deleite de los reyes, que luego ampliamos al resto de las personas y surgieron las Áreas Protegidas en general y los Parques Nacionales en particular, “para deleite y goce de las futuras generaciones”. Empezamos a reconocer que el futuro de la naturaleza estaba en nuestras manos y decisiones.

Esta historia de separación entre producción y naturaleza, continuó incrementándose en el tiempo, hasta llegar a la actualidad, donde gran parte de las tierras emergidas están dominadas por las actividades humanas, y la naturaleza quedó arrinconada en las montañas, desiertos, hielos continentales y selvas demasiado lluviosas o inundables para ser colonizadas, donde aún la humanidad es “invitada” de la naturaleza y donde priorizamos la conservación de los bienes y servicios ecosistémicos, con actividades humanas tradicionales de muy bajo impacto relativo.

En el presente entonces, el dilema es cómo los paisajes intensamente utilizados para la provisión de alimentos y servicios a la humanidad, pueden coexistir con retazos de esta naturaleza en retirada. Es así como surgió el concepto de “Paisaje Productivo Protegido” (PPP), espacios a escala de paisaje (o predio/territorio) donde las actividades humanas coexisten con la naturaleza en beneficio de ambos, transformándose este vínculo en la esencia de lo que consideramos cómo “sustentabilidad”, es decir mantener los niveles productivos y ambientales en el tiempo, en un marco de rentabilidad razonable y suficiente.

El Programa PPP es una iniciativa creada y liderada por Fundación ProYungas destinada a empresas, cooperativas, asociaciones, propietarios privados u otras organizaciones comprometidas con la sustentabilidad a escala de paisaje. Estas organizaciones realizan sus actividades productivas (agrícolas, ganaderas, forestales, energéticas, mineras, inmobiliarias, entre otras) en territorios que incluyen ambientes silvestres con diferentes niveles de conservación. El objetivo entonces es “generar un modelo de gestión del territorio a escala de paisaje, que permita integrar la producción con la conservación de la naturaleza y de los servicios ecosistémicos asociados, en un contexto de sustentabilidad ambiental y promoción social”.

El Programa PPP se sustenta sobre 5 pilares o líneas prioritarias de acción que incluye la planificación territorial, el monitoreo socio-ambiental, las buenas prácticas productivas, la comunicación y la generación de alianzas territoriales.

Hasta el presente, las agendas ambientales y de desarrollo han estado lideradas por distintos actores sociales, con muy poco diálogo entre si y muchas veces en una situación de confrontación evidente, lo que no ha facilitado, sino dificultado el necesario encuentro de visiones. La creciente urbanización de nuestras sociedades ha contribuido significativamente a profundizar esta grieta de visiones e intereses sectoriales entre el campo y la ciudad.

El Sector Ambiental ha sido muy exitoso en poner en Agenda la temática ambiental, tanto a nivel global como de nuestros países latinoamericanos. Sin embargo, es un sector limitado para ofrecer las soluciones ambientales a la escala o magnitud necesaria. Las mismas, están del lado de quienes producen y viven en los territorios, principalmente en aquellos territorios de alta valoración ambiental y social.

En nuestros países latinoamericanos, entre ellos la Argentina, las prioridades sociales están por la mejora de la calidad de vida, el pleno empleo, la reducción de la pobreza y la generación de divisas para enfrentar las demandas externas de productos y servicios. Esas prioridades se cubren con el Sector Productivo, quienes a su vez poseen dentro de sus patrimonios importantes superficies de ambientes naturales muchas veces muy bien conservados.  A manera de hipótesis podemos presumir que el Sector Productivo de Argentina (y posiblemente de otros países) mantiene en buen estado de conservación al menos una superficie similar a las incluidas en Reservas y Parques (12% del país), y quizás aún más. De ahí la importancia de visualizar y poner en valor esta situación ignorada por ambientalistas y productores.

Poner en relieve esta situación positiva, tiene la ventaja adicional de hacer notar el rol fundamental del Sector Productivo en la preservación de bienes y servicios ambientales. A su vez ello redundará en alcanzar el cumplimiento de los lineamientos globales de compromisos ambientales que orientan las preferencias de los mercados y de los consumidores de todo el mundo.

Los PPP vienen a ser la herramienta natural, para “bajar a tierra” estos compromisos, que nos faciliten el acceso a mercados exigentes de nuestros productos y sumar a la estrategia ambiental de nuestros países a un sector del tamaño y organización, con capacidad tecnológica e innovadora, y con evidente influencia política, como es el Sector Productivo. Quizás de esta manera podamos encarar las soluciones que necesitamos a una escala adecuada, al nivel jerárquico de los problemas que pretendemos revertir.

De tal manera, podemos afirmar que “la naturaleza necesita de más y mejor producción”, porque de ella saldrá la solución necesaria, impulsada por actores que hasta ahora parecía que sólo eran parte del problema.

En los más de 10 años que impulsamos el Programa PPP, se han sumado más de 20 empresas que en total implican más de 2.5 millones de hectáreas, de las cuales al menos 1/3 son espacios silvestres en muy buen estado de conservación entre Argentina, Paraguay, Chile y Bolivia. Estas superficies distribuidas entre distintas ecorregiones (Yungas, Selva Misionera, Chaco Seco, Campo y Malezales, Bosques Andino Patagónicos, Selva Valdiviana, Estepa patagónica) incluyen también una diversidad importante de productos agropecuarios y forestales (caña de azúcar, cítricos, granos, yerba mate, té, carne, madera, pasta celulósica). Estas producciones y la superficie involucrada son una pequeña muestra del potencial del Programa PPP del cual podemos afirmar “que no tiene techo” en su potencial crecimiento. Para crecer al ritmo necesario debemos sumar a las Cámaras Empresariales nucleadas en el Consejo Agroindustrial Argentino como partes interesadas en la promoción y adopción de esta herramienta, en conjunto con organizaciones de productores (como AAPRESID, ACREA, SRA) que nos facilite el acceso masivo a los productores y que ello nos permita sumar compromisos y superficie silvestre en forma geométrica en el corto plazo.

Cuando organizaciones ambientales y productoras podamos mostrar el accionar conjunto, estaremos en condiciones de incidir positivamente en el desarrollo de políticas públicas y captar el interés creciente de los organismos de cooperación (UE, FFEM, BID, BM, CAF), que nos permitan aún más, escalar las soluciones buscadas. Por eso los PPP están en la raíz misma de este proceso de recrear la forma en que los humanos nos vincularemos con la naturaleza en el futuro.

Paisajes Productivos Protegidos
Miembros de la Red de PPP – Evento Anual 2022, Misiones.
Por ProYungas - 1 / 03 / 2023