Biodiversidad y Conservación
El clima extremo está vinculado al cambio climático
El clima extremo dejó su huella en el planeta en 2016, el año más caliente en la historia registrada. Un calor de niveles récord se dejó sentir en Asia y el Ártico. Sequías golpearon a Brasil y el sur de África. Y la Gran Barrera de Coral sufrió un episodio de blanqueamiento más severo que se recuerde.
Ahora los científicos del clima están determinando qué calamidades pueden estar vinculadas con el calentamiento global. En una colección de monografías publicada en diciembre en el Boletín de la Sociedad Meteorológica Estadounidense, investigadores alrededor del mundo analizaron 27 episodios extremos de 2016 y encontraron que el cambio climático causado por el hombre fue un “motor significativo” en 21 de ellos.
Estos son cinco episodios de 2016 que los científicos opinan que el calentamiento global hizo más probable:
1. Temperaturas récord
En 2016, la Tierra alcanzó su máxima temperatura registrada, batiendo marcas establecidas en 2015 y 2014. Mientras que eso reflejó parcialmente la influencia de El Niño, un evento cíclico en el océano Pacífico, un estudio encabezado por Thomas R. Knutson de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) concluyó que el calor récord mundial “sólo era posible debido a un sustancial calentamiento causado por el hombre a escala centenaria”.
2. Blanqueamiento de la Gran Barrera de Coral
Aguas inusitadamente cálidas en el Pacífico han causado el blanqueamiento en la Gran Barrera de Coral, un fenómeno en el que el coral expulsa algas vitales de su tejido y asumen una apariencia blanca. Si persisten las aguas cálidas, los corales pueden morir, con consecuencias funestas para el ecosistema marino. En este caso, los científicos fueron más mesurados en culpar al calentamiento global, en parte porque el impacto de El Niño era difícil de esclarecer. Un estudio encabezado por Sophie C. Lewis, de la Universidad Nacional Australiana, concluyó que las emisiones “probablemente elevaron el riesgo del episodio extremo en la Gran Barrera de Coral” al incrementar el estrés térmico en el océano.
3. Sequía en África
En los primeros meses de 2016, sequías severas y olas de calor se extendieron por gran parte del sur de África, causando escasez de agua y comida. Un estudio dirigido por Xing Yuan de la Academia China de Ciencias encontró que esas sequías repentinas se habían triplicado en la región en los últimos 60 años, con el calentamiento siendo “el principal responsable”.
4. Incendios en Norteamérica
En 2016, incendios forestales arrasaron con unas 3,6 millones de hectáreas en el oeste de Canadá y Estados Unidos. Los investigadores en la Universidad de Edimburgo hallaron que el calentamiento global había provocado que “déficits extremos de presión de vapor” fueran cinco veces más probables en la región durante los meses de verano —una medida de cambios en la humedad atmosférica que está asociada con la resequedad de la vegetación y el riesgo de incendio.
5. La “mancha” en el Pacífico
En los últimos años, una masa grande de agua inusitadamente caliente ha aparecido frente a las costas de Alaska, popularmente conocida como “la mancha”. Esto ha permitido que una floración de algas tóxicas se extienda por la región, matando aves marinas y forzando el cierre de granjas pesqueras. Un nuevo estudio, encabezado por John E. Walsh, de la Universidad de Alaska, argumentó que la mancha “no puede ser explicada sin el calentamiento climático antropogénico”, aunque factores naturales también jugaron un papel importante.
La atribución aún es compleja
La atribución climática sigue siendo más sencilla en unos episodios que en otros.
Los récords de temperaturas son los más sencillos de vincular. Pero las sequías —en las que influyen la temperatura, la precipitación y la humedad del suelo— pueden ser más problemáticas. Y los huracanes son más difíciles aún.
En algunos casos, los científicos descartaron o no pudieron encontrar un papel significativo para el cambio climático, argumentando efectivamente que un evento extremo podría haber ocurrido en un mundo sin calentamiento global.
“Unos cuantos episodios de este año pasado fueron juzgados como de una magnitud tal que no hubieran sido posibles en el clima de hace unos cuantos cientos de años”, dijo Martin P. Hoerling, meteorólogo en la NOAA que editó la colección. Sin embargo, añadió, “no todo es patentemente más severo debido al cambio climático”.
Fuente: Diario Clarín