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Jugar a ser Dios: las 8 especies que la ciencia quiere devolver a la vida

El Mamut, entre otros animales, podría volver a caminar por la Tierra. Una fundación norteamericana comenzó un polémico proyecto para “recuperar de la extinción” a algunos animales gracias a los avances en biotecnología.

Son candidatos para la desextinción, el rescate genético o la asistencia genética. Mientras algunos sectores se dedican a conservar la biodiversidad del planeta y proteger a las especies amenazadas de desaparición, hay organizaciones orientadas a devolver a la vida animales ya extinguidos. La Fundación Long Now nació bajo esa misión: elevar la biodiversidad a través del rescate genético de especies en peligro o extintas. Los trabajos de «desextinción» -a través de métodos de clonación o manipulación genética de embriones- no están, sin embargo, exentos de debate éticos.

Son los animales que la ciencia seleccionó para devolverlos a la vida. Gracias a los avances en biotecnología, la comunidad científica considera factible que algunas especies desaparecidas regresen en vida a poblar el planeta en un futuro inmediato. La fundación declara que el ADN de muchas criaturas extintas está resguardada y conservada en especímenes de museo y fósiles. Sus genomas, luego de ser analizados, pueden ser transferidos a los genes de sus parientes más cercanos -el caso de los elefantes con los mamuts-, con el objetivo de devolverlos a su antiguo hogar en la naturaleza.

Incluso, con las innovaciones en tecnología genómica, nuevas herramientas surgieron para promocionar la conservación. Las especies amenazadas que han perdido su diversidad genética pueden ser restauradas a la salud reproductiva y los amenazados por enfermedades invasivas puede ser capaz de adquirir resistencia a enfermedades genéticas.

Los biólogos moleculares y de la conservación operan sobre estas técnicas. El rol de «Revive & Restore» de la Fundación Long Now, Estados Unidos, es coordinar los esfuerzos para gestionar ambas premisas: la conservación genómica de los animales en peligro de extinción y mejorar la biodiversidad y la salud ecológica con la devolución en vida de especies desaparecidas.

El criterio de selección de la entidad contempla varios factores para categorizar como candidatos a las especies extintas. Además de la necesidad de disponer de parientes vivos genéticamente similares, el animal a reintroducir no debe causar efectos biológicos y ecológicos. Sin atender a discusiones éticas que emergen de esta polémica práctica de «resurrección», algunos de las especies candidatas a volver a la vida.

Dodo

Lejano familiar de las palomas, el dodo era un ave columbiforme con una cabeza enorme y un pico robusto. Del tamaño de un cisne, sus alas cortas le prohibían levantar el vuelo. Vivió muchos años en las Islas Mauricio sin depredador natural alguno, hasta que los humanos llegaron. Lo cazaban por sus plumas y para comerlos en su viajes de vuelta en barco. La introducción de especies exóticas también contribuyó a su desaparición. En 2007 un grupo de científicos halló un esqueleto bien conservado de un dodo que podría contener valiosas muestras de ADN.

Guacamayo Cubano

 

El ara tricolor fue una bella ave exótica y caribeña. Habitó Cuba hasta 1885, cuando se extinguió por la caza, por su captura como animales de compañía, por la deforestación y por acción de los huracanes. Algunos rumores sugieren que la especie habría derivado en una subespecie o la especie con un nombre diferente. Lo cierto es que pájaros con genes similares podrían utilizarse para que el guacamayo cubano vuelva a vivir.

Mamut

Uno de los animales más icónicos que han desaparecido. Los mamuts lanudos, la más conocida de todas las especies de mamuts, vivieron desde aproximadamente 4,8 millones de años hasta hace apenas cuatro mil años, en las épocas Plioceno, Pleistoceno y Holoceno. Aunque los humanos no hayan tenido responsabilidad en su desaparición, sí pueden emplear los restos congelados que portan ADN en excelente estado de conservación para devolverlo a la vida.

Tigre del Caspio

El tigre persa o tigre del Caspio (Panthera tigris virgata) sucumbió cuando la caza furtiva e imparable más la pérdida de hábitat lo llevaron a la extinción. La devolución a la vida responde a su genética similar a la del tigre de Siberia. Algunos estudios consideran que en verdad, como la distancia genética entre ambos animales es tan pequeña, los dos tigres pertenecen a la misma subespecie.

Cuaga

Pariente de la cebra, la cuaga (Equus quagga quagga) se extinguió hace cien años. Tenía un particular pelaje pardo rojizo no rayado en el lomo, pero con líneas en cara, cuello, costados y crines más vientre y patas de color blanco. En 1870 murió el último ejemplar salvaje por acción de la caza furtiva y en 1883 murió en cautiverio el último espécimen de la especie. Más cerca en el tiempo, en 1987, emergió un proyecto para gestionar su reintroducción.

Pájaro carpintero imperial

El popular pájaro loco de los dibujitos animados se extinguió por la destrucción de su hábitat natural y por la caza furtiva. El pájaro carpintero imperial (Campephilus imperialis) es considerado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como un animal en peligro crítico de extinción, aunque a la vez explica que se encuentra virtualmente extinto. Hace más de cincuenta años que no hay registros de un espécimen vivo.

Íbice pirenaica

En enero del año 2000 encontraron muerta al último íbice pirenaica que vivía al sur de Francia y al norte de los Pirineos. Se hizo popular su historia porque el animal clonado murió poco tiempo después de nacer. Sin embargo, los esfuerzos por revivir al bucardo, que se extinguió por la caza furtiva, siguen activos.

Tigre de Tasmania

Más allá de los rumores de su supervivencia, el tigre de Tasmania fue declarado extinto hace ochenta años. El último lobo marsupial o tilacino (Thylacinus cynocephalus) en cautiverio murió en el zoológico de Hobart, Australia, en 1936. La historia de misterio del marsupial oriundo de Oceanía que «sigue apareciendo» a pesar de su extinción. Sus genes compatibles con el demonio de Tasmania podrían resucitarlo.

Fuente: INFOBAE